El truco definitivo para limpiar tu licuadora de forma fácil y rápida
Existe un antiguo proverbio que dice algo así como “al problema más complicado, la solución más simple”. Sobreexplotado en la actualidad como frase de auto-ayuda, hemos decidido dar a este motivador dicho una función más digna que adornar powerpoints de gatitos y aplicarlo a la limpieza de la licuadora. Los resultados no han podido ser más satisfactorios.
¿Cuántas cabriolas habremos hecho con nuestras manos para no cortarnos con las cuchillas al limpiar su base? ¿Cuántos minutos de nuestras vidas habremos perdido desmontándola para presuntamente facilitar el lavado? Qué equivocados estábamos, la solución era mucho más simple, y se escondía en la propia funcionalidad de la licuadora. ¿Cómo no se nos ocurrió antes aprovechar su capacidad de remover para lavar los restos de comida que quedaran tras su uso?
Seguro que saldrá el escéptico de turno a generar dudas sobre la fiabilidad de este método, pero antes de contradecirle, le invitamos a probarlo por él mismo. Solo tendrá que echar un vaso de agua caliente y un chorro de detergente lavavajillas a la licuadora. La receta es muy sencilla, pero más aún lo es el proceso de lavado: encenderla y dejar que por sí sola haga el trabajo. ¿Fácil, verdad?
Al terminar, únicamente nos quedará aclarar el recipiente bajo el grifo y observar satisfechos cómo, con la ley del mínimo esfuerzo, habremos dejado nuestra licuadora más reluciente que un cristal de Swarovski. Para poner el broche final y completar un lavado de cine, nos secaremos las manos con flow, esbozaremos una semi-sonrisa de ganador y diremos con tono heroico «objetivo cumplido».
Originally posted 2017-06-29 08:37:21.